miércoles, mayo 22, 2013

En el fondo

Previo al anuncio que me hicieran mis jefes sobre mi inminente "no renovación de contrato", hubo otro suceso que me sacudió e igual me entristeció: me salí del departamento en que estaba viviendo y regresé a casa de mis papás.

Las salida fue porque ya no aguantaba a mi compañero. Se volvió imposible convivir con él. Fue, en resumen un fiasco, un error haberlo hecho. Salí de ahí amenazado, chantajeado e insultado por él, que según era un amigo. 

Sin ahondar en más detalles, fue una experiencia horrible y me quedé muy desalentado por cómo se dieron las cosas. Ahora súmenle que una semana después me informan que ya no tendré trabajo...

Me deprimí. Me hundí. Me sentí en el fondo... cayendo, cayendo.






Mis pensamientos pesimistas decían que ya lo único que me faltaba era que el novio me dejara, pero afortunadamente no me dejó, y ahí sigue conmigo. Apoyando a su manera.

Con el tiempo las cosas se han calmado; he de reconocer que, aunque aún ando afectado, ya no me siento deprimido.

Me quedé en el fondo, mirando hacia arriba, viendo la luz, viendo viendo el sol, viendo el cielo a través del mar y decidí que ya no había nada que perder, que esto podía ser un nuevo comienzo. No sé qué haré de mi vida, no sé cuándo conseguiré trabajo, no sé si me volveré a salir de mi casa... no sé.

No sé nada, sólo se que me voy a tomar un tiempo para pensar, haré algunas cosas pequeñas y luego volveré al ruedo. Pero no hay prisa, quiero flotar un rato, ver qué me trae la corriente. :)



martes, mayo 14, 2013

Los dos becarios

Uno de los becarios entró a trabajar hace 2 años y medio, el otro hace menos de 2 años.

Uno de ellos está estudiando su segunda carrera universitaria, el otro va en la primera.

Uno de ellos es muy serio, el otro habla mucho.

Uno de los becarios no ha perdido nunca su credencial de entrada, el otro becario ya la perdió 3 veces.

Uno tiene buena memoria, el otro no tanto.

El primero es de escuelas públicas, el segundo es de la misma escuela privada a la que fue el jefe.

A uno de ellos ya no le daban proyectos, al otro lo mantenían ocupado.

A uno de ellos le dieron las gracias, al otro le dieron un trabajo.

Uno de ellos ya no trabaja en la empresa, el otro ya tiene plaza y le pagan el doble.

El uno, soy yo; el otro es una compañera de la chamba.


Ya no tengo chamba, y ella sí.

...
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Pues eso. Que ya no tengo trabajo. Quería escribirlo porque me siento un poco depre por la situación y porque me siento medio dolido por cómo me batearon. Me da gusto que mi compañera haya conseguido su empleo, pero me entristeció ver la comparación: ella ascendiendo y yo hundiéndome al mismo tiempo.

Fue curioso, de verdad, el día que ella le confirmaron su contratación a mí me confirmaron mi no renovación de contrato; a ella le hicieron su comida de despedida y a mí me invitaron a la comida, añadiendo que también era para mí (obvio se les había olvidado preguntar si yo podía ese día y a esa hora). Y tuvieron la gracia de hacerme un pastel de despedida ¿neto? Sí.

Como sea. Ya no tengo chamba, hay opciones de "subempleo"... pero eso se los cuento luego.